LEY DE PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA ASOCIADA A ADICCIONES

Enfoque: Esta ley se enfoca en neutralizar uno de los principales catalizadores probados de la violencia letal: el consumo problemático de alcohol y otras drogas. Adopta un enfoque holístico y preventivo que va más allá de la simple sanción, reconociendo la adicción como un problema de salud que, sin ser una excusa para la violencia, debe ser tratado para romper el ciclo de agresión y reincidencia. Se centra en la rehabilitación y reeducación del agresor como una estrategia clave para garantizar la seguridad a largo plazo de las víctimas.

Desarrollo: La ley crea una nueva arquitectura de intervención para agresores con adicciones, basada en:

(i) Programas de Responsabilización de Agresores (PRA): Se establece la participación obligatoria de todo condenado por violencia de género o intrafamiliar asociada a sustancias en estos programas psicoeducativos y terapéuticos, como parte integral de su condena. El cumplimiento satisfactorio será un requisito para acceder a beneficios como la libertad condicional;

(ii) Creación de Centros Duales de Tratamiento: Se ordena la creación de una red nacional de centros especializados que ofrezcan un tratamiento simultáneo e integrado para la adicción y las conductas violentas, superando la desconexión actual entre los sistemas de salud y justicia;

(iii) Mecanismo de Financiamiento Sostenible: Se crea un fondo para financiar estos programas que se nutrirá de fuentes innovadoras, incluyendo un porcentaje de los impuestos recaudados sobre el alcohol y el tabaco, así como de los bienes decomisados en procesos de narcotráfico y lavado de activos.

Objetivo: El objetivo es erradicar los feminicidios, filicidios y la violencia grave asociada al consumo de sustancias, salvando vidas a través de la intervención directa sobre uno de sus detonantes más significativos. Al tratar la adicción del agresor, se busca reducir drásticamente la tasa de reincidencia letal basado en la evidencia de programas piloto exitosos, proteger a las víctimas y sus hijos, y restituir la paz en los hogares afectados por el doble flagelo de la violencia y la adicción.